Que os digan la puta verdad, os revienta muchísimo. Qué penita.
Mis ojos son cables de alta tensión, mojándose por no escuchar su voz .Me largo a la cama aunque se que no dormiré. La impotencia sigue conectada. No éramos nada, pero éramos felices. El amor tan difícil se encuentra, tanto zapato de cristal y tan poca cenicienta.
Siempre fuimos un tú y yo, pero nunca un nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario