Entonces fue cuando supe que todo había llegado a su fin. Mis ojos eran cables de alta tensión, derramaban lágrimas, me mordí los labios, suspiré y me fui. Y mientras allí estabas tú. impávido ante mi marcha y mientras me iba solo esperaba que me gritaras: ¡Quédate! Pero no fue así....
No hay comentarios:
Publicar un comentario